Desde el inicio del desarrollo del proyecto se ha tratado de remarcar el carácter colectivo que a mi parecer es tan representativo de una biblioteca.
Se entiende una biblioteca como un lugar contenedor de espacios más o menos individuales/colectivos en relación unos con otros. Una biblioteca no tiene sentido sin la gente, sin las relaciones que se establecen entre los usuarios.
Se entiende como lugar de encuentro -aunque éste sea silencioso, distante- de un conjunto de personas que realizan una actividad individualizada.
Se propone por ello la existencia de un único gran espacio de lectura, cuyos puestos de lectura se sitúan en el perímetro orientados hacia el interior, vertiendo a un hueco que atraviesa el edificio desde la cubierta, y que aporta iluminación indirecta al espacio.
El núcleo de comunicación se pega a la medianera para maximizar el espacio de la sala de lectura. La escalera queda relegada a un papel de emergencia. El acceso a las plantas se realiza por el vértice que permite de un vistazo conocer la disponibilidad de puestos libres en la planta sin molestar al resto de usuarios.
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